Ayer hablamos sobre qué es el mindfulness y cómo puede ayudarnos a conectar con el presente, pero si algo queda claro es que incorporarlo en la vida diaria no es tan fácil como parece.
Nuestra mente está acostumbrada a moverse rápido, a llenarse de pensamientos sobre lo que pasó o lo que viene. Detenerse, respirar y estar realmente presentes requiere práctica y paciencia.
Por eso, hoy quiero compartirles un ejercicio sencillo para comenzar a aplicar el mindfulness de forma práctica. No se trata de hacerlo perfecto, sino de intentarlo poco a poco, integrándolo en momentos cotidianos como al comer, caminar o simplemente respirar con intención.
Les dejo la imagen con el ejercicio para que lo prueben. ¿Qué les parece si empezamos con algo pequeño y vemos cómo nos sentimos?
Comentarios
Publicar un comentario